El voluntariado en la Fundación por una carrera comenzó entre el año 2012 y 2013 con un plan de asesorías personalizadas. La idea era orientar a estudiantes de IV medio en la toma de decisiones y formas de financiamiento para la educación superior, luego de que nos percatáramos de que no bastaba con tener solo el buscador de becas disponible en internet. Estas asesorías eran ejecutadas en un inicio por voluntarios que en su mayoría eran amigos y familiares de los fundadores. Por lo mismo el 2014 nos pusimos el desafío de generar un equipo de voluntarios captados directamente por la fundación, que nos permitiera crecer en el futuro.
Lo primero que hicimos fue reconocer qué queríamos del voluntariado, definir el dónde y cómo esperábamos que se desarrollaran, para lo que tuvimos que sentarnos a pensar en qué tipo de colegios hacía más sentido nuestra misión. Fue fundamental para ello sistematizar el proceso de voluntariado, generar una hoja de ruta de la FPUC, y así lograr una mayor fidelización y permanencia. Diseñamos entonces un plan que constaba de diversos hitos que marcan el paso de nuestros voluntarios por la Fundación: desde la bienvenida al programa, capacitaciones dinámicas que facilitan la interacción entre ellos, y un cierre que celebra el trabajo realizado. Además, durante el desarrollo del programa de asesorías presenciales se fue identificando quiénes se destacaban por su compromiso. Así al finalizar el año se realizó una evaluación del proceso junto a los mismos voluntarios, permitiéndonos rediseñar el modelo de trabajo con los alumnos en los colegios. Este fue el inicio de lo que hoy se conoce como el Comité de voluntarios.
De esta forma trabajamos desde el 2015, con un comité que ha logrado ganar autonomía y protagonismo dentro de la fundación. Gracias a su trabajo hemos mejorado nuestro modelo de asesorías y el seguimiento a los alumnos participantes del programa.
Durante estos 4 años los voluntarios han ido apropiándose de la Fundación, nos han empujado a más, han permitido que nuestra cobertura aumente y se profundice. Ellos han marcado un tono de trabajo profesional tanto con los orientadores de los colegios, como con los estudiantes, que son los más importantes. Y lo más importante, es que han logrado que, hoy luego de 4 años, hayamos podido asesorar a más de 3000 alumnos en más de 24 colegios de la RM.
El voluntario FPUC es un voluntario especial, que valora desde la propia experiencia de haber ingresado a la educación superior, lo importante que es contar con una buena orientación vocacional y asesoría para financiamiento. Es un voluntariado que está dispuesto a hacer un trabajo personalizado con los estudiantes, y que se capacita constantemente en habilidades y conocimientos necesarios para hacer el mejor trabajo posible. Nuestra misión es inalcanzable sin el trabajo desinteresado de nuestros voluntarios y su permanente compromiso.